La trama de El pájaro de fuego se basa en un antiguo cuento de hadas ruso del
mismo nombre[1].
Van Gansbeke (2012) recoge en su página web el resumen de la versión de ballet.
La obra comienza cuando el príncipe Iván descubre un jardín mágico en una noche
fuera del castillo del malvado hechicero Kastche. Iván se asombra al ver una
fruta dorada colgando de árboles plateados, dispersos entre los caballeros
petrificados que se habían atrevido a entrar antes. Repentinamente el jardín
oscuro se ilumina, y un misterioso pájaro entra, moviéndose para recoger una
manzana dorada de su árbol. Iván se sube a la cerca y consigue apresar al pájaro,
pero el príncipe decide liberarla al escuchar sus lamentos. Para agradecer su
libertad, el pájaro le regala a Iván una de sus plumas mágicas y le promete que
acudirá en su ayuda en caso de necesidad. Tras esto, el pájaro se va volando,
dejando a Iván solo una vez más en el oscuro jardín.
Mientras el príncipe se prepara para marchar,
doce hermosas princesas entran en el jardín, seguidas por una decimotercera
princesa a quien Iván cree que es la más hermosa de todas. Las princesas
entraban al jardín cada noche para jugar con las manzanas doradas a la luz de
la luna. Encantada por la decimotercera princesa, Iván decide presentarse y,
aunque al principio es muy tímido, las princesas pronto le permiten a Iván
unirse a su juego. Cuando comienza a amanecer, las princesas se dan cuenta
repentinamente de que deben regresar al castillo antes de que el malvado
Kastchei despierte. Cuando Iván intenta seguirlas la decimotercera princesa lo
detiene y le dice que morirá si entra. Las puertas se cierran, y las princesas
se han ido.
Iván no quiere aceptar que su bella
princesa se ha ido para siempre, y comienza a golpear las puertas con su
espada. Se despierta el reino entero, y toda clase de figuras grotescas se
lanzan para atacar al zarevich. El mismo Kastchei emerge del castillo y convoca
a Iván para que lo interroguen. Tras su discusión, el enfurecido golpea a Iván
contra la pared y comienza el conjuro que lo convertirá en piedra. La
decimotercera princesa ruega a Kastchei que tenga piedad, pero no sirve de
nada: el zarevich parece condenado a unirse a las otras estatuas petrificadas
en el jardín.
De repente, Iván recuerda la pluma mágica
que le dio el pájaro. Inmediatamente, el pájaro entra y ciega a los monstruos,
desconcertándolos en un baile incontrolable. Kastchei y sus secuaces bailan
hasta el agotamiento y finalmente se desploman en el suelo. Mientras los
monstruos se mueven para dormir, el Pájaro se desliza suavemente sobre ellos
como si cantara una canción de cuna (el solo de fagot del Berceuse). Luego lleva a Iván hasta un arcón escondido en que
contiene un huevo. Este huevo, explica Pájaro, tiene el alma de Kastchei, y que
debe romperlo. El príncipe tira triunfalmente el huevo contra el suelo y así destruye
al hechicero malvado para siempre. Cuando termina el ballet, el reino se
transforma en una ciudad cristiana, el castillo en una catedral, e Iván toma a
la princesa como su esposa y reina.
[1] En esta página se encuentra
disponible el cuento popular ruso: https://imaginaria.com.ar/2011/10/cuentos-populares-rusos-%E2%80%9Cel-pajaro-de-fuego%E2%80%9D/
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