La técnica correcta para realizar el vibrato
es un tema que causa mucha controversia entre los intérpretes. Cada uno defiende
con vehemencia su elección de usar lo que llaman vibrato de diafragma, vibrato
de garganta o vibrato de labio (junto
con las posibles combinaciones entre ellos), pero muchos de los desacuerdos son
en realidad debido a la inexactitud en la definición de estos términos.
Arthur Weisberg apoya el uso de vibrato de diafragma en su libro The Art of Wind Playing, pero el término
vibrato de diafragma es un nombre
poco apropiado ya que el diafragma en sí no desempeña ningún papel. En cambio, vibrato de abdomen sería más exacto porque
es el abdomen el que realmente crea los pulsos a los que se refiere Weisberg. Por
otro lado, David McGill (2007) defiende el uso del vibrato de garganta, explicando que debemos esforzarnos
por imitar el estilo y la técnica vocal del vibrato tanto como sea posible. McGill
se basa en el hecho de que los cantantes producen sus vibratos en la zona de la
garganta. Sin embargo, Weisberg (1975) describe
el vibrato de garganta como aquel que
se "ejecuta con la parte posterior de la lengua contra la garganta".
Además, considera que, en realidad, es causado por pulsos que se originan en el
abdomen. En conclusión, podemos decir que la definición de McGill de vibrato de garganta no es la misma que
hace Weisberg de ese mismo término. Una vez más, en el contexto de la discusión
de la técnica de vibrato, debemos asumir que el vibrato de garganta de Weisberg en realidad significa vibrato de laringe.
Entonces, si McGill y Weisberg hablan
del mismo tipo de vibrato, como eso parece, ¿el vibrato se crea en la garganta
como sugiere McGill? o ¿se crea en reacción a los impulsos del abdomen como
sugiere Weisberg?
La respuesta adecuada a esta pregunta
podría estar en la combinación de ambas, formando parte de la producción del
vibrato tanto el abdomen como la laringe, pero siendo el abdomen el principal
responsable de los pulsos. Michael Burns (2005) expone:
Creo que un vibrato
lento es a menudo abdominal pero que viaja hasta la laringe a medida que
aumenta la velocidad. Esto resulta en una calidad muy "vocal" para el
vibrato. Algunos argumentan que las cuerdas vocales simplemente están vibrando
en simpatía con una oscilación generada desde abajo (tal vez el abdomen) y esto
puede ser correcto. No obstante, hay una oscilación muy definida de la laringe
y las cuerdas vocales durante mi propio vibrato al menos. (Burns, 2005:
121-124)
A su vez, Van Gansbeke (2012) expone
en su página web:
Creo firmemente que, como
el vibrato es solo una ornamentación de la corriente de aire, deberíamos
concentrarnos en crearlo desde la misma fuente que nuestro aire. La idea
fundamental es que los estudiantes deben entender que el vibrato debe
originarse en el abdomen, y desde ahí se crea un movimiento natural y
complementario en la laringe. Si solo nos enfocamos en producir pulsos con la
laringe, entonces el vibrato resultante será demasiado estrecho para el momento
en que viaje a través del instrumento, y la opción de producir un vibrato
operático que sea amplio y rápido (como el que podríamos usar en el La♭ agudo en Una furtiva lágrima) se pierde.
Waterhouse (2003) también está de
acuerdo en que el vibrato surge de los impulsos que crea el abdomen y no en la
laringe:
Recientemente se ha
demostrado que la laringe puede involucrarse durante la creación del vibrato,
pero deberíamos permitir que tanto la laringe como la garganta respondan
libremente a las pulsaciones desde abajo en lugar de iniciar movimientos desde
allí de manera deliberada. (Waterhouse, 2003: 165)
Un
buen ejercicio para desarrollar el vibrato consiste en tocar una nota en
cualquier altura y practicar la creación de pulsos con la corriente de aire
mediante impulsos en el abdomen. Primero, se comienza a ♩ = 60 en tiempo 4/4,
tocando un compás haciendo pulsos de negra, otro compás de corcheas, otro de
tresillo y otro de semicorcheas. Una vez que se pueda mantener el control realizando
este ejercicio, se propone hacer algo similar. Ahora el ejercicio consiste en que
el ritmo cambia en cada pulso (en lugar de mantener durante un compás entero).
BIBLIOGRAFÍA:
Burns, M. (2005). Thoughts and Strategies for Bassoon Vibrato. Double Reed 28(2), 121-124.
McGill, D. (2007). Sound in
Motion: A Performer’s Guide to Greater Musical Expression. Bloomington and
Indianapolis: Indiana University Press.
Waterhouse, W. (2003). The
Bassoon. London: Kahn & Averill.
Weisberg, A. (1975). The Art
of Wind Playing. New York: Macmillan Publishing.
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