Donizetti comenzó a trabajar en L'Elisir d’amore poco después del
estreno en Milán de su ópera Ugo, conte
di Parigi en marzo de 1832. Editada durante los ensayos por los censores
milaneses, Ugo había sido un fracaso
total. Como era de esperar, Donizetti estaba ansioso por continuar con un nuevo
trabajo, y no pasó mucho tiempo antes de que le encargaran escribir una ópera
para la próxima temporada de primavera en el Teatro della Canobbianin. Donizetti una vez más contrató a Romani,
quien adaptó el argumento de la ópera Le
philtre de Daniel Auber.
A diferencia de Ugo, L’Elisir d’amore de
Donizetti fue un éxito instantáneo y su popularidad creció a medida que las
representaciones se extendieron por todo el país, convirtiéndose en la ópera más
interpretada en Italia desde 1838 hasta 1848. Como recoge la voz Donizetti en el Dictionnaire de la Musique Larousse (2005), el compositor logró
renovar el género con Il Campanello, Betly o La capanna svizzera y con El
Elixir de amor escribió una obra maestra del género semi-serio, donde un patetismo
sincero roza la mejor comedia puramente musical.
El aria Una furtiva lágrima ocurre durante la tarde en el segundo acto,
cuando Nemorino se da cuenta de que su amada Adina finalmente corresponde su
afecto. En la voz del Grove Music de L’Elisir d’amore redactada por Ashbrook
(2002) recoge el argumento completo de la ópera. A continuación, expongo un resumen
que ayude a entender el carácter del aria.
Nemorino había comprado lo que él
creía que era un elixir de amor del vendedor ambulante Dulcamara. Nemorino esperaba
que eso obligara a Adina a enamorarse locamente de él. Sin embargo, el astuto
hombre de negocios Dulcamara le había vendido una botella de vino común y
corriente, explicando que el elixir necesitaba veinticuatro horas para que
entrara en vigor (lo que, por casualidad, sería el tiempo suficiente para que
Dulcamara se marche). Pero Nemorino no tiene veinticuatro horas, ya que Adina
ha prometido casarse con el encantador conde Belcore esa misma noche. Nemorino
toma la difícil decisión de alistarse en el ejército de Belcore para poder
comprar más elixir. Él va a Dulcamara y compra más botellas con la esperanza de
que beberlas todas hará que los efectos del elixir surtan efecto de inmediato.
Esa noche, se extendió el rumor entre
las mujeres de la aldea de que el rico tío de Nemorino acababa de fallecer y
que Nemorino había heredado toda su fortuna. Cuando Nemorino entra borracho en
la plaza del pueblo, se encuentra rodeado de estas mismas mujeres chismosas.
Pero Nemorino, que aún no es consciente de la muerte de su tío, simplemente
asume que este comportamiento es la obra de su elixir mágico. Cuando Adina y
Dulcamara se encuentran con esta escena, Adina se sorprende al ver toda la
atención que Nemorino recibe de las mujeres del pueblo. Al mismo tiempo,
¡Dulcamara se sorprende al ver que su elixir realmente funciona!
Nemorino, consciente de que Adina
está mirando, continúa coqueteando con las otras mujeres del pueblo en un
esfuerzo por ponerla celosa. Adina le pregunta a Dulcamara cuál podría ser la
explicación de todo esto, y Dulcamara procede a contarle sobre el elixir de
amor que le había vendido a Nemorino. Él continúa informándole que Nemorino
había entregado su vida al ejército solo para poder comprar más elixir, y al
escuchar la devoción de Nemorino, Adina finalmente se da cuenta de su afecto
por él. Ella se va para encontrar a Nemorino y evitar que se una a los hombres
de Belcore.
Solo, Nemorino canta lastimosamente Una furtiva lágrima. Aunque debe irse
para unirse al ejército, está seguro de que la lágrima furtiva que vio en los
ojos de Adina era la prueba de que ella finalmente lo amaba. Después del aria
se encuentra con Adina, quien le informa a Nemorino que ella le compró los
papeles de alistamiento a Belcore. Ella le confiesa su amor por él, y se besan.
Una furtiva lagrima
negl’occhi suoi spuntò…
quelle festose giovani
invidiar sembrò:
Che più cercando io vo?
M’ama, sì, m’ama,
lo vedo, lo vedo.
Un solo istante i palpiti
del suo bel cor sentir! ...
Yo miei sospir confondere
per little a ’suoi sospir!
Cielo, si può morir;
di più non chiedo,
si può morir d’amor
ella a spiegarsi.
Una lágrima furtiva
brotó en sus ojos ...
esas chicas despreocupadas
ella parecía envidiar ...
¿Por qué debería seguir buscando?
Ella me ama, sí, ella me ama.
Puedo verlo, puedo verlo.
Sentirse por un momento.
¡La paliza de su querido corazón!
Mezclar mis suspiros
¡Para un poco con la de ella!
Cielos, podría morir;
No pido nada más.
Pude morir de amor
para declarar su amor.