Existen extractos orquestales que ponen a prueba la velocidad y la resistencia del picado de los intérpretes. Aunque algunos de ellos usen el doble picado, es posible desarrollar el picado simple para que sea lo suficientemente rápido para estos pasajes.
Ruiz
(2017) nos explica cómo se produce el picado, y así poder aumentar la velocidad.
En primer lugar, se realiza la inspiración, por la cual llenamos los pulmones
de aire, y es seguida por la espiración. En este punto, el aire enviado por los
pulmones se interrumpe con la lengua y, en el momento que se retira, se produce
el sonido de una nota picada. Es muy importante entender que la lengua no
produce el sonido en sí, es después de retirarse cuando el aire produce el
sonido. Sin la intervención de la lengua también se puede producir el sonido,
tan solo con el movimiento del aire, pero esto hará muy difícil el control
sobre el comienzo de la nota. Por lo tanto, el uso de la lengua nos permite
decidir el momento exacto que se producirá el sonido.
Las
características de un buen picado son la calidad de la corriente de aire y el
movimiento de la mandíbula y la lengua. Para mejorar el picado debemos tener un
mayor control sobre la columna de aire. La única forma es conseguir una columna
de aire bien formada y estable, si no, el movimiento de la lengua será poco
ágil y poco a poco aumentará la tensión y se perderá velocidad. Además, debemos
evitar movimientos innecesarios de la mandíbula y de la lengua.
A
continuación, explico un ejercicio para trabajar un pasaje picado en el que se
tengan dificultades técnicas. Al principio debemos tocarlo más veces en legato y, poco a poco, intercalarlo con
ese mismo pasaje articulado. Por último, tocar el pasaje en staccato e
intercalarlo con las dos primeras articulaciones. Es importante observar como
fluye el aire y mantener la misma dirección en picado que en legato.
Ejercicio de legato, articulado y staccato |
Para
desarrollar un picado simple rápido, debes observarte en un espejo y trabajar
para eliminar cualquier movimiento extraño en la mandíbula o en la embocadura.
Waterhouse (2003) reitera que a la lengua se le puede entrenar igual que a los
demás músculos del cuerpo y que la práctica constante durante semanas y meses
producirá progresos en la velocidad. A su vez, David McGill (2007) comenta:
Para
aumentar la velocidad de la lengua concéntrate en moverla lo menos posible,
mientras que mantienes una presión de aire muy concentrada. Además, piensa en
tocar las notas largas cuando toques pasajes extremadamente rápidos, incluso si
las notas tienen staccato. (McGill, 2007:189-90)
Weisberg
(1975) explica que los límites de la velocidad en el staccato reflejan la
velocidad absoluta de una nota:
[...] es muy
importante desarrollar las notas lo más cortas posible, ya que es la falta
definitiva de las notas lo que determinará la velocidad que el intérprete puede
tocar en staccato. Nadie puede tocar más rápido que la nota más corta que puede
tocar. (Weisberg, 1975: 25)
Muchos fagotistas creen que tener dificultades
para tener un staccato rápido en un pasaje en piano es debido a la dinámica.
Pero Weisberg (1975) cree que la lengua debe mostrar la misma cantidad de
movimiento independientemente de la dinámica o la velocidad:
La
retirada de la lengua hacia atrás requiere muy poca energía y la acción debe
ser lo más relajada posible. No debería tener nada que ver con si la nota se
toca en forte o no. La lengua no debe influir en el aire ni en la embocadura. (Weisberg,
1975: 22)
A
continuación, propongo un ejercicio para practicar el picado. Primero debemos
centrarnos en tocar un pulso de ♩ en semicorcheas, con un picado estable y
con una única nota. A partir de ahí, tenemos que ir aumentando los pulsos con
semicorcheas de uno en uno. Cuando ya se pueda hacer varios compases, aumentaremos
el tempo ligeramente y comenzaremos una vez más con un pulso de ♩. Una vez que nos
sintamos cómodos al tocar una sola nota, comenzaremos a añadir notas en movimiento
como con motivos pequeños y escalas sencillas.
Los
problemas de coordinación entre dedos y lengua son los más habituales. Estos
son provocados por problemas en el soporte de aire, ya que la resistencia varía
de unas notas a otras y la corriente de aire se puede detener, lo que
finalmente produce que el picado se ralentice. Si se encuentra mayor dificultad
en tocar una serie de notas en movimiento en lugar de una sola nota, la clave para
corregirlo está en mantener el flujo de aire.